martes, 21 de febrero de 2017

Senado pide a SCT defina criterios en la colocación de “topes”.
         · No existen estándares técnicos sobre diseño, material, medidas, construcción o instalación de los “reductores”, lo que provoca que en una misma zona se encuentren “topes” en distintos tamaños y diseños
         · Los “topes” deben garantizar la seguridad en las vialidades y generar el menor impacto ambiental.
El Senado de la República solicitó a la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) que, en coordinación con la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), emita los criterios necesarios sobre las características técnicas de diseño, construcción e instalación de los reductores de velocidad, con el objetivo de fortalecer una cultura de seguridad vial y la protección al medio ambiente.
El dictamen, aprobado por el Pleno del Senado, considera de suma importancia contar con criterios homogéneos en la construcción de estos reductores, mejor conocidos como “topes”, a fin de garantizar la seguridad en las vialidades y generar el menor impacto ambiental.
En las consideraciones del documento, se expone que existen “topes”, cuya pertinencia no es justificada y pueden generar consecuencias ambientales negativas.
Resalta que el programa “Pilotos por la Seguridad Vial”, iniciativa del Gobierno Federal con asociaciones públicas y privadas, define a la seguridad vial como “la suma de condiciones por las que las vías están libres de daños o riesgos causados por la movilidad de los vehículos”.
La seguridad vial, indica, está basada en normas y sistemas con las que se disminuyen las posibilidades de averías, choques y sus consecuencias; su finalidad, es proteger a las personas y bienes, mediante la eliminación o control de los factores de riesgo que permitan reducir la cantidad y severidad de los siniestros de tránsito.
Destaca que los “topes” o reductores de velocidad, han sido por excelencia un elemento de seguridad altamente demandado por la sociedad, pues son efectivos para obligar a los conductores a disminuir su velocidad de operación y así acercarse a la velocidad esperada.
Resalta que estos elementos dan más seguridad a peatones, ciclistas y automovilistas que transitan a diario por las calles del país, al reducir el índice de atropellamientos y accidentes automovilísticos.
La instalación de este tipo de elementos viales, subraya, forma una parte primordial dentro de las políticas públicas de movilidad que garantiza los derechos de los ciudadanos al tránsito accesible, inclusivo y seguro por las vialidades de nuestro país.
Sin embargo, apunta, existe un conflicto al no existir estándares técnicos sobre el diseño, el material, medidas, construcción o instalación de los mencionados dispositivos, lo que provoca que en
una misma zona se encuentren “topes” en distintos tamaños y diseños, en perjuicio del cumplimiento efectivo de su función.
También, se hacer ver que existen “topes” cuya pertinencia no es justificada y puede generar consecuencias ambientales negativas, pues de acuerdo a un estudio elaborado por el Centro de Ciencias de la Atmósfera de la UNAM, estas estructuras aumentan el gasto energético de los automóviles, lo que genera mayores índices de emisiones de gases contaminantes en el medio ambiente.


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